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cuantos huesos tiene el esqueleto humano en total
Ámbas primeras vértebras son relativamente anchas, deprimidas y cortas; la primera es casi cuadrada y la mucho más corta; la segunda es cuadrado y tenuemente mayor. En la exhibe, la primera y segunda caudales se mantienen relativamente permanentes en forma, la tercera, cuarta y quinta cambian en longitud, y la última puede reducirse a un botón cortísimo terminado en una punta roma.
La extremidad inferior tiene una función de soporte de peso, locomoción, tiene la aptitud de moverse de un lugar a otro y mantener el equilibrio. Las extremidades inferiores están conectadas al leño a través de el cíngulo de la extremidad inferior . La hilera superior tiene dentro, de fuera hacia adentro, el escafoides, el semilunar, el piramidal y el pisiforme.
Articulaciones
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Tienen una apófisis espinosa baja y extendida que en la primera y segunda vértebras se bifurca en la parte terminal, presentan apófisis transversas cortas e inclinadas ventrad. En la primera, en la parte media del costado izquierdo articula una pequeña costilla que sólo entra en contacto con la vértebra en esta parte (Fig. 2,I). En la última, la apófisis espinosa se reduce a una cresta muy pequeña, y la transversa es mucho más desarrollada que en las restantes. Axis.- Es la vértebra mucho más alta (Fig. 2, C y D), su parte dorsal es un arco angosto rematado en una espina neural fuerte, de base ancha y con el borde dorsal convexo . El arco ventral se extiende anterad y termina en la apófisis odontoide, la cual es poco creada, roma y apuntada levemente dorsad. El piso de la vértebra es cóncavo en su parte dorsal; en la ventral es chato, ancho y se extiende hacia la parte de atrás terminando en una lengüeta que articula en una concavidad previo de la próxima vértebra.
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Se llama metáfisis a una región media de los huesos largos que está ubicada entre la región central (diáfisis) y los extremos (epífisis). Sin embargo, advierte de que no se puede preservar el agua del cuerpo en el cuerpo, sino que ésta debe salir para llevarse desechos disueltos que podrían ser perjudiciales, en su mayor parte en forma de orina. Alrededor de tres litros diarios tienden a ser suficientes para esa renovación, pero tiende a ser más si hace calor, se hace ejercicio o según las sustancias que se ingieran, como el alcohol. El número de entregas de esta colección puede sufrir variantes ajenas a la editorial, así como la periodicidad y el valor de la misma. El editor se reserva el derecho a modificar precios, títulos y proporción de entregas durante la compilación sin previo aviso. Con la ayuda de una fácil guía de montaje y sin precisar utilizar ninguna herramienta, terminan armando un esqueleto terminado de 1,diez m de altura llamado Willy, el curioso personaje que, fascículo a fascículo, les asiste para comprender en detalle su anatomía.
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El radical ventral del inominado, formado por el isquion y el pubis, es subcuadrangular en vista lateral; en su ángulo dorsal previo está el acetábulo, una cavidad circular incompleta en su parte de atrás que se abre hacia el forámen obturador, de forma elíptica. Posterior al acetábulo se levanta un pequeño tubérculo dorsal, un sesamoideo se aloja en la parte dorsal previo del mismo. El vértice ventral posterior del cuadrángulo es la rama púbica, una prolongación alargada que se dirige posterad, en la medida en que el vértice anterior se sigue en la espina púbica. Existe gran variación en la altura de la cresta iliaca, la manera y tamaño del orificio obturador y la forma del acetábulo. La primera falange del dedo I es arqueada, aproximadamente una vez y media mucho más extendida que el metacarpal I, ancha en su extremo proximal y estrecha en el distal. En la parte palmar de la articulación con el primer metacarpal se presenta unos cuantos sesamoideos ovales; el extremo distal de esta falange es un cóndilo que articula con la falange ungueal. Esta última es comprimida y con un proceso ventral afín a un espolón, en cuya base hay un orificio que la atraviesa de lado a lado; muestra además una cavidad proximal que abarca todo el cóndilo.
Desde el criterio taxonómico y por su parecido morfológico en caracteres craneales, las especies del género Glossophaga han sido consideradas como especies hermanas. Con salvedad de las peculiaridades destacadas previamente, y consistente con lo que se aprecia en el cráneo, el esqueleto postcraneal de las dos especies es casi indistinguible en los letras y números examinados. Desde el punto de vista cualitativo, se encontraron diferencias entre sexos únicamente en la forma del inominado, y estas han sido descritas antes (Walton & Walton, 1970). La forma de este elemento permite distinguir claramente machos y hembras aún cuando sólo se disponga de entre los inominados.
El primero es cortísimo y no está sujeto a esta deformación; las falanges tienen la posibilidad de llegar a padecer un efecto parecido, sobre todo las más distales. La primera torácica es tan ancha y deprimida como la séptima cervical, las siguientes dos se vuelven progresivamente mucho más angostas y altas; la forma se mantiene desde la tercera. Muestran 2 crestas dorsales que se preservan precisamente paralelas hasta la décima; en las últimas dos se unen para conformar solo una cresta más ancha y alta (apófisis espinosa) que termina en dos espinas siguientes cortísimas. En la unidad previo se estudió que los grupos de tejidos que trabajan juntos para realizar una función son los órganos y que los conjuntos de órganos forman los sistemas del cuerpo.