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cuantos huesos tiene el esqueleto humano en total
Los otros 2 cuneiformes se disponen medial y posteriormente al primero. Tres sesamoideos están presentes, uno sobre el lado medial del astrágalo, otro sobre el calcáneo y el tercero sobre el mesocuneiforme. Los tarsales, adjuntado con los extremos proximales de los metatarsales, están apretadamente dispuestos (Fig. 5C). Tibia.- Es una composición muy fina, poco más larga que el fémur y curvada sutilmente en sentido anteroposterior. Una tercera cresta se muestra en la parte posterior de la epífisis proximal.
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Articulaciones
El astrágalo es un hueso robusto, comprimido, más ancho proximal que distalmente. Su extremo posterior es convexo, articula con la cavidad distal de la tibia y con la fíbula; su extremo medial con el calcáneo y el distal con el navicular. La superficie articular con el fémur es subtriangular, muestra dos cavidades prácticamente circulares y poquísimo profundas donde se insertan los cóndilos articulares del fémur. Entre los vértices del triángulo es el proceso cnemial, el que se dirige hacia adelante, se levanta un poco y articula con la base de la patela.
- En la parte posterior de la epífisis proximal se levanta una cresta fuerte que se curva tenuemente laterad acotando una pequeña depresión.
- El piso de la vértebra es cóncavo en su parte dorsal; en la ventral es chato, ancho y se extiende hacia la parte de atrás terminando en una lengüeta que articula en una concavidad anterior de la siguiente vértebra.
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Son 2 huesos pequeños que se ubican en la línea media bajo el hueso frontal y por en el hueso maxilar superior. Estos huesos forman la base de la nariz y brindan un punto de inserción del cartílago que forma el tabique nasal. Aspecto de las huellas de corte en el extremo posterior de costillas izquierdas. Por la distribución en el área del hueso y en concordancia al segmento óseo donde se presentan se pueden atribuir a la práctica del sacrificio humano y el tratamiento del cuerpo, finalizando con el depósito de los restos articulados . La escápula es un factor que muestra poca variación en la forma de sus contornos y la dirección de sus procesos.
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En la undécima vértebra, la faceta tiende a ocultar, en su parte de atrás se muestra una espina pequeñísima apuntada posterad; en la duodécima la faceta desaparece, esta vértebra presenta una espina pequeñísima en su parte media del costado. Tres ejemplares (5%) muestran 13 vértebras torácicas y un par de costillas adicional. Las vértebras cervicales restantes (Fig. 2, Y también y F) son más anchas y deprimidas que el axis; de modo afín a este, la parte posterior del arco ventral acaba en una lengüeta que se suaviza en las más caudales, de manera que el borde posterior en la séptima es casi liso. La parte dorsal se disminuye a arcos mucho más angostos que los ventrales que se dirigen levemente cranead (en la tercera, cuarta y quinta vértebras) o posterad (en la sexta y séptima). La anchura de las últimas cinco cervicales decrece en orden 4a-5a-6a-3a-7a. Todas muestran apófisis transversas y tubérculos laterales precedentes y posteriores salvo la tercera, que no tiene estos últimos. Lateralmente, el arco ventral de las vértebras se prolonga posterad y anterad en dos pequeñas apófisis.
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Posiblemente el desarrollo de fusión de esta composición no termine en la edad adulta, sino prosiga a lo largo de cierto tiempo después. En la epífisis distal, los cóndilos articulares con la tibia son de tamaño similar y contornos suaves. El surco patelar, así como la escotadura intercondilar están bien marcados, aunque aquel es poco profundo. La articulación fémur-tibia muestra, además de la patela, dos sesamoideos, uno muy pequeño y aplanado que descansa sobre la parte posterior del costado del fémur y otro, de tamaño menor, colocado posterior al primero. En el metacarpal IV la epífisis proximal tiene un atravieso posterior en el que articula el proceso anterodorsal del V, su desarrollo proximal muestra un gancho que se curva posterad y articula en un surco posterior del unciforme. La epífisis distal de todos ellos acaba en un cóndilo que articula con la falange I correspondiente.
Los modelos anatómicos de figuras terminadas muestran una visión general de la estructura muscular del cuerpo humano. La pelvis fue la única una parte del esqueleto donde se observaron diferencias sexuales secundarias en forma y tamaño (López-González & Polaco, 1998). En las hembras, los extremos posteriores de las ramas púbicas se extienden posterad y se angostan terminando en una punta que puede ser desde un vértice romo hasta un lóbulo bien formado; en un ejemplar (2%), la parte dorsal de este vértice presenta una pequeña excrecencia. En los machos, las ramas púbicas se curvan y convergen medialmente (Fig. 4C); en 16 de los 24 ejemplares examinados (67%), sus extremos siguientes se unen en una sínfisis.
El ejemplar que se detalla presenta cinco (la figura 2J representa las 4 mucho más distales), el número más frecuente, si bien en cuatro ejemplares (7%) se cuantificaron seis . Morenoi provenientes del estado de Michoacán, México (22.2 km N, 7.0 km W Infiernillo, 350 m, 56; 19.5 km N, 8.3 km W Infiernillo, 340 m, 4). De ellos, 52 fueron adultos (sutura basiesfenoidea y epífisis de los metacarpales y falanges por completo fusionadas) y ocho juveniles.