Huesos Del Cráneo Y Base De Cráneo

huesos del cráneo

Los huesos que forman el cráneo no tienen un mismo origen, por este motivo se hace la diferencia entre las regiones de la bóveda y la base craneal. Varios milímetros superior y posterior al poro acústico de adentro se aprecia la fosa subarcuata (Fig. 20) la que muestra una hendidura donde se abre el canal petromastoideo. Posterior al poro acústico de adentro se encuentra la fosa ungueal (Fig. 20) donde se abre el acueducto del vestíbulo. Limitada hacia anterior por el borde superior del dorso de la silla y los bordes superiores de las porciones petrosas del temporal por posterior se extiende hasta el chato convencional que separa la base de la calvaria a nivel de la protuberancia occipital externa. Es recomendable realizar ver que no siempre la protuberancia occipital externa coincide en altura con la protuberancia occipital interna, por tal razón los surcos de los senos transversos en ocasiones son límite de la fosa craneal posterior y en otras se encuentran incluidos en ella. En relación a la fosa parietal se reconocen los surcos para la arteria meníngea media (Fig. 07) y sus ramas.

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Otras Peculiaridades

Por lateral a la lámina cribosa del etmoides reconocemos las eminencias orbitarias (Fig. 13) en cuya parte de atrás se aprecia la sutura frontoesfenoidal. (Fig. 13) Esta zona además presenta elevaciones y depresiones creadas por los giros y surcos del lobo frontal del cerebro. El perfil superior y también inferior se mantienen rectos, pero de acuerdo llegan a los extremos comienzan a juntarse, hasta unas pequeñas partes laterales. La pieza tiene una evidente curvatura, lo cual es porque fue desarrollada desde un cráneo humano. Las suturas craneales indican que para elaborar la parte se emplearon los huesos occipitales y parietales de un cráneo humano, lo que le dio la curvatura característica.

Si su hijo tiene esta forma de cabeza comúnmente alguien con experiencia en el área puede detallar un diagnostico comenzando por examinar al bebe. No es necesarios en todos los casos conseguir muestras de rayos x, tomografía o resonancia magnética , para comprender lo que esto representa. Es esencial que a pesar de que note un aplanamiento y físicamente no se vea estético, De todos modos no es, en el mejor de nuestro conocimiento, que afecte el crecimiento y desarrollo del cerebro infantil. La parte posterior de un lado de la cabeza será aplanada, de forma frecuente empujando la frente y del oído en exactamente el mismo lado hacia adelante. Al mismo tiempo transitan construcciones vasculares esenciales como las arterias vertebrales , que luego de ascender por el cuello a través de los orificios transversos de las vértebras cervicales, realizan bucles, penetran la duramadre y se levantan a los dos lados del bulbo para entrar al cráneo y ofrecer origen al leño basilar. La UCC tiene relaciones anatómicas de enorme jerarquía y que explican los déficits neurológicos o adversidades que tienen la posibilidad de producirse en el trauma que compromete esta zona. El conducto raquídeo es amplísimo a este nivel y en su interior se da la transición entre el bulbo, parte baja del leño encefálico, y la médula espinal.

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Durante la niñez, la palpación de la fontanela anterior permite contrastar la normalidad del avance y osificación del cráneo tal como también la presión intracraneana. En un bebé, el espacio donde se unen 2 suturas forma un “punto blando” cubierto de membranas llamado fontanela. Las fontanelas dejan el crecimiento del cerebro y el cráneo durante el primer año de vida del bebé.

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Los tendones relacionados con la UCC son fundamentales para su seguridad y los más esenciales son el ligamento cruciforme y los ligamentos alares . En segundo término aportan estabilidad el ligamento longitudinal posterior y la membrana tectoria .4,5 Existen otro conjunto de estructuras secundarias como el ligamento longitudinal previo y sus extensiones craneales, tal como también el ligamento apical y la membrana occipito-atloidea posterior . El esqueleto de la cabeza, o macizo esquelético neo-facial, es el grupo de los huesos del cráneo y los huesos de la cara , popular como calavera en términos informales, aunque anatómicamente es la cabeza ósea, siendo el cráneo parte de la cabeza. Es común que cráneo designe a la integridad de la cabeza ósea, lo cual es impropio en el estudio de la anatomía. No obstante, en otros campos (embriología, biología, etc.) se considera el cráneo como sinónimo de esqueleto de la cabeza.

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La situacion de la piedra, pese a su dureza, era dificultosa de editar y dar forma a gusto; la cerámica, a pesar de que daba mayor independencia, carecía de resistencia; la madera era fácil de trabajar, fuerte, pero tenía una corta vida; al paso que el hueso tenía la cualidad de, aparte de ser fácil de trabajar, tener una gran dureza. Periodo Irreconocible Año Irreconocible Técnica Huesos occipitales y parietales de cráneo. Los osteoblastos ayudan a crear los huesos mediante la formación de la matriz ósea . Como los huesos son durísimos y no cambian de forma – por lo menos en el momento en que alcanzan la edad avanzada.

La transición entre el cráneo y el raquis se apoya en un grupo de estructuras óseas similares por articulaciones muy móviles inteligentes y estabilizadas por un conjunto de ligamentos y músculos que le brindan al tiempo enorme solidez. Para una adecuada interpretación de los estudios de imagen de empleo corriente en la clínica, es primordial un sólido conocimiento anatómico de la unión cráneo-cervical y sus componentes. Es la meta de esta revisión, sistematizar la anatomía de la unión cráneo-cervical con especial énfasis en sus ligamentos, investigar la fisiología de sus movimientos y el concepto de estabilidad para luego realizar una correlación con tomografía computada multi-descubridor y resonancia magnética. Con relación a la lámina cribosa del etmoides, observamos los orificios olfatorios, la hendidura y el agujero etmoidal (elementos ahora vistos por el endocráneo) y el ostium del seno esfenoidal. Por lateral y con relación a la cavidad orbitaria encontramos los orificios etmoidales previo y posterior, (Fig. 29) el canal óptico (Fig. 31) y la fisura orbitaria superior. En relación a la zona del orificio magno tenemos la posibilidad de reconocer el orificio del canal del hipogloso (Fig. 19) .

• Las AAA, de ubicación lateral, son equivalentes a las articulaciones inter-articulares del resto del raquis y son fundamentales puesto que acompañan los movimientos de flexo- extensión y rotación que se generan en el resto de las articulaciones (►Fig. 6).
• En cambio, la forma cóncava y oblonga remite al adorno que se colgaban, ya fuera como parte de un collar o como un pectoral, los miembros de las elites; si bien, en este caso, hay que poner énfasis la sepa de los agujeros característicos que permiten que cuelgue de un cordel.

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