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huesos que forman la cavidad craneal
Soricina, y aún para esta, el esqueleto no fué descrito en su integridad, ni se ha analizado su variación morfológica. Capítulo 28, Avance del esqueleto del libro Principios de la genética del avance . El Atlas de anatomía humana proporciona una cantidad enorme de modelos para contribuir a comprender y hacer llegar de qué forma se ve y funciona el cuerpo humano. Corte coronal de tomografía computada en ventana ósea en el foramen lacerum. La RM tiene una virtud sobre la TC para describir la extensión intracraneal (invasión dural, leptomeníngea y del parénquima cerebral), la diseminación perineural y perivascular y compromiso de la médula ósea. Las imágenes axiales y coronales que utilizan imágenes de spin eco veloz ponderadas en T1 y T2 deben conseguirse con imágenes postcontraste con supresión grasa empleando un campo de visión mucho más pequeño con un espesor de corte de 3 mm. Las imágenes adquiridas con STIR tienen mejor supresión de grasa, pero tardan más tiempo y son mucho más susceptibles a los artefactos de flujo pulsátil.
Los huesos del cráneo forman un espacio hueco de la cabeza denominada cavidad craneal, que contiene el encéfalo.
— GabyC♡ (@GaabyCaampos) February 12, 2014
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Dentro De La Medula Espinal
Deja una serie de ramas auriculares y parotídeas, que terminan como rama occipital para los músculos de la nuca. En rumiantes y en cerdo emite una arteria sublingual para el riego de la glándula sublingual y del suelo de la boca.
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El esqueleto de la cabeza está formado por el ensamblaje recio y de múltiples huesos, ensamblados terminantemente excepto dos, los huesos del aparato hioideo y la mandíbula. Si la resonancia imantada no está libre, se usa la mielografía con tomografía computarizada . En la mielografía con TC se efectúa una TC después de inyectar un medio de contraste radiopaco en el espacio que rodea la medula espinal. Las funciones controladas por áreas de la medula espinal situadas bajo la lesión tienen la posibilidad de perderse de forma total o parcial. Las funciones controladas por zonas de la medula espinal ubicadas sobre la lesión no resultan afectadas.
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El cuerpo de la glándula está compuesto por un conjunto de células secretoras con forma de ovillo que se encuentra en la dermis. En ovino y caprino, no existe la arteria facial, y el riego de esta zona viene por las ramas de la arteria temporal superficial.
- La cavidad craneal está ocupada por el encéfalo y tiene dentro el líquido cefalorraquídeo para amortiguar el movimiento y los golpes contra su superficie rígida interna.
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Los huesos del cráneo forman un espacio hueco de la cabeza denominada cavidad craneal, que contiene el encéfalo.
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Se forma un pliegue mucoso de unión con el cartílago aritenoides que es el pliegue ariepiglótico. En el caballo esta última está en el cartílago epiglótico, y no existe en el vacuno. En su parte de afuera tiene una línea que es la línea oblicua, que sirve de inserción al músculo tirofaringeo. Todos estos músculos se encuentran en la parte rostral de la faringe formando el rafe medio dorsal. Los dividimos según su posición es rostrales, medios y caudales.
Están en la cubierta mucho más profunda de la piel y el tejido subcutáneo, el tejido conjuntivo muscular, periostio de los huesos y mesenterio. Los corpúsculos de Meissner son terminaciones inquietas encapsuladas que se encuentran en las papilas dérmicas. Están en la yema de los dedos y los labios, de forma que advierten presiones muy ligeras. El órgano terminal de Ruffini son terminaciones nerviosas muy ramificadas y encapsuladas localizadas en capas profundas de la piel, advierten deformaciones continuas. Están constituidos por células especializadas unidas a una terminación nerviosa.
El Infraorbital 6 o dermoesfenótico, es cuadrado con el margen dorsoposterior curvo. Todos los huesos infraorbitales presentaron textura lisa y asociado a cada uno están los canales del sistema laterosensorial, comenzando con el infraorbital 1 y terminando en el 6, el cual se comunica con el canal del pterótico y del frontal (Fig. 1). Los antorbitales se encuentran en situación ventro–posterior respecto a cada orificio nasal. En general, son de forma triangular, pero muestran enorme variación en lo que se refiere a su contorno, que supuestamente es sin dependencia del sexo y de la talla (Fig. 1). El rinoesfenoides solo se observó en tres ejemplares; tiene forma rectangular o irregular y se localiza entre los etmoides laterales (Figs. 1, 2a).