cuantos huesos tiene la columna vertebral del cocodrilo
Le pidieron que enviara su currículo y una iniciativa de proyecto de investigación, lo cual hizo inmediatamente. No tenía muchos detalles sobre la cátedra, pero sabía que era en el ICML, un instituto de ensueño para cualquier biólogo marino en México. Meses después, en el momento en que estaba viviendo en La Paz, Baja California Sur, le detallaron que había sido admitida para la cátedra. Empacó sus cosas y se mudó a Ciudad de México con su esposo y su hijo menor.
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Animales Oviparos
Primeramente, la violación a derechos adquiridos; en segundo lugar, pues al limitar las renovables y frenar la transición energética, niega el derecho a un medio ambiente sano. La tercera razón es que viola el espíritu de la Constitución que establece la libre concurrencia en el ámbito eléctrico y el derecho del ciudadano a participar en el mercado eléctrico que, a propósito, es un mercado regulado.
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El Arte De La Patraña Política
Pensemos únicamente que el “partidazo” del pasado, el PRI, quedó en tercer lugar con un porcentaje cercano al 18 %. En un caso así, el sufragio fue un recurso para sancionar a un partido que ha perdido probabilidad. Entonces, celebremos que el presidente haya descubierto que la energía del sol es económica y que piense en otras compañías. Pero esperemos que no tarde el resto del sexenio en comprender que sus ideas de impulsar los combustibles fósiles y los monopolios no son buenas para el avance sustentable de México. Técnicamente sí, pero tienen que tomarse en cuenta las cambiantes que lo complican. En primer lugar, el exceso de generación de energía en la zona haría que la energía generada en un parque del sol y entregada a la red tenga un pago muy bajo. Más allá de que esto puede ser atractivo para el usuario, tener un retorno de inversión mucho más largo que en otro lugar hace difícil el financiamiento para quien realiza el emprendimiento.
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Una vez vencido el primer riesgo, era preciso tapar ciertas grietas gigantes por donde el humo se escapaba a torrentes. Subióse lodo y se hizo la operación en un momento; de esta manera se pudo respirar con más facilidad. Pero aún quedaba por llevar a cabo lo primordial, subir la bomba más allí todavía para dirigirla por el interior del árbol de arriba hacia abajo. La ascención a la parte superior del leño era una compañía terrible.
No obstante, por las ventanas del porche delantero el sol entraba a raudales. En la una parte de atrás, una parra colosal que, en un patio minúsculo, medraba aun alén de la espaldera cuadrada y escalaba por la pared exterior, de ladrillo, tapaba las ventanas de la cocina y el comedor. A finales de septiembre, las hojas proseguían anchas y verdes y me pregunté si podríamos usarlas para realizar dolmades o aprovechar la siguiente cosecha de uvas para probar a hacer vino casero. Jamás voy a olvidar el instante en que entré por primera vez en el sitio al que poco después bauticé, con cariño, “el Pequeño Vertedero”. Michael y yo llevábamos juntos poco menos de un año en su estudio de Greenpoint. Con mi caja de pinturas compitiendo con unas guitarras que no paraban de multiplicarse, amplificadores y equipos de grabación, en Greenpoint ya no cabía más nada, y de esta manera fue como decidimos llevar a cabo un fondo común y alquilar algo más grande. La tasa de participación electoral se obtiene al dividir el número de personas que ejercitaron su voto entre la lista nominal de votantes del Instituto Nacional Electoral .
En algún punto en la mitad de ese molesto mesarse los pelos, reaccioné asombrada y deliberadamente tarde. En el momento en que nos conocimos en el CBGB, yo no podría haber soñado que de la boca de Michael en algún momento saldrían las palabras seguro del hogar. Cierto, la vivienda tenía múltiples cosas que eran un fastidio si uno quería instalarse en serio, algo a lo que el Pequeño Vertedero no animaba espontáneamente. El inodoro no estaba atornillado al suelo y hacía estruendos toda vez que nos sentábamos, y me perseguía una visión en que la taza se rajaba y lanzaba hasta el techo un géiser de aguas negras como si fuera un pozo de petróleo. Los armarios tenían esas feas puertas de lamas de los años setenta que tarde o temprano se sueltan. El linóleo de la cocina era prehistórico, y de un blanco desastroso; por si fuera poco, la área protectora se encontraba gastada. Cuando entre los 2 se decidía a fregar, el suelo ya se encontraba prácticamente negro.
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Podría haber elementos subyacentes, difíciles de medir, como la carencia de convicción de que la educación es un mecanismo de movilidad popular, que pudieran explicar el injustificado cierre de academias durante tanto tiempo en AL. Esto cambió ásperamente en el mes de octubre de 2020, cuando el Conacyt les anunció a los rectores de varias universidades privadas que ya no se renovarían los convenios que ya están, lo que dejaría sin el acompañamiento económico —pero sostendría el membrete de “investigador nacional”— a los integrantes del SNI de semejantes casas de estudio.